lunes, 26 de abril de 2010

Transformación

Aquí dejo el preludio a una pequeña historia que iré subiendo por partes según vaya escribiendo y que espero que os guste. Para empezar algo corto:


Me llamo Héctor Salas, o al menos entonces era así. Cuando empezó todo tenía 17 años. Era un chico totalmente normal. No destacaba absolutamente en nada. Hay algunos que son buenos en deportes, otros en los estudios. Yo, como la mayoría, estaba por ahí. Estudiaba 2º de bachillerato y no sabía qué iba a hacer cuando lo terminase. Tampoco es que tuviese alguna afición en especial: jugaba algunas veces a videojuegos, escuchaba algo de música, seguía algún que otro deporte y salía de vez en cuando con mis amigos. Vamos, lo que decía, como todo el mundo.

Sin ir más lejos, esa tarde salimos a pasar la tarde y estuvimos dando una vuelta y acabamos sentados en los bancos de un parque comiendo pipas. Cuando regresábamos comenzó a llover y aceleramos el ritmo. Pasamos al lado de unos edificios en los que escuchamos algunos gritos y ruidos que parecían golpes. Ya cansados reducimos la marcha. No sé por qué razón se me ocurriría hacerlo, quizás vosotros también lo hayáis hecho alguna vez, pero levanté la cara y abría la boca para beber algunas gotas de lluvia. Algunas sí cayeron, pero tenían un sabor raro. En ese momento no le di importancia. Pensé que sería sólo mi imaginación o quizás la contaminación. En ese momento no me di cuenta de cómo aquella acción cambiaría mi vida.

1 comentario:

  1. Alvaro, pues eso no nos pasa a nosotros cuando nos da por sentarnos en el parque a tomar pipas... ¬¬

    P.D:Date brillo en subirla, que ultimamente necesito buenas dosis de lectura jejeje.

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